23 vendimias llevaba ya Paco Casas en la mítica Pago de los Capellanes cuando tuvo un flechazo con su primera viña. 

Así nació Cuvée Julia, del pago situado a 920m de altitud y con cepas de 95 años, a las que Paco mimó para elaborar el vino de sus sueños. También descubrió entonces que parte del encanto de esta parcelita radicaba en lo mestizo de sus viñas, un clon hermano de la Tempranillo: la tinta de Aragón. 

Después llegó el viñedo T1, una hectárea situada en los Pagos de San Cristóbal, uno de los enclaves más privilegiados y codiciados en la Ribera del Duero. 

Hoy, la familia de vinos de Altos del Terral son 3 referencias de producción limitada al rendimiento que estas viñas y este clima extremo tenga a bien darnos en cada cosecha.